Desarrollo sostenible: buenas prácticas para adoptar en tu oficina

Publicado en: jun 1, 2020

Categorias: Actualidad

Luces, ordenadores, neveras, calefacción y aire acondicionado… Son algunos de los elementos que contribuyen al alto gasto de energía en las oficinas. Precisamente, esto supone una parte importante del coste total de la empresa. ¿Y si se pudiera reducir y dedicar ese dinero para mejorar otros aspectos de la compañía? Este hecho también implicaría una reducción de las emisiones contaminantes. Aquí te contamos cómo hacer de tu oficina un lugar que destaque por su eficiencia energética y la concienciación de sus trabajadores acerca del cuidado del planeta. 

Tus facturas hablan 

 

Si realmente quieres ahorrar en tu oficina deberás abordar aquello que realmente está suponiendo un gran gasto, no empezar por tomar medidas pequeñas, estas vendrán después.

 

Entonces, lo primero de todo: las facturas eléctricas. Averigua cuál es el consumo real de la oficina, tanto de luz como de gas, y de dónde provienen los despilfarros. Lo más habitual es que te des cuenta de que necesitas contratar otra tarifa de gas o luz, adaptada a la empresa. Ten en cuenta que cada oficina es como un hogar, así que tendrá unas particularidades diferentes, que lo más frecuente es que cambien con el tiempo y ya no se adecuen al consumo inicial de gas o electricidad. Si deseas contratar el gas natural más barato puedes encontrarlo las mejores tarifas en un comparador o pedir asesoramiento a una organización de consumidores, cuya posición es neutra respecto a las diferentes comercializadoras.

 

Por otro lado, si la empresa está recién instalada en una oficina puede que debas realizar trámites como dar de alta el gas y la luz. Tanto si es la primera vez que se tiene que dar de alta el gas o la luz o si ya hubo suministro pero se dio de baja habrá que seguir un mismo proceso. No será inmediato, ni gratuito, pero empezar de cero también puede ser una forma para orientarnos hacia el ahorro energético. ¿Cuánto se pagar por dar de alta el gas? Depende de la potencia requerida, las necesidades de la empresa… Son varios factores los que entran en juego, lo mejor será ponerte en contacto con tu comercializadora elegida cuanto antes y empezar con ello.

 

Además de las facturas, hay que cotejar otra serie de datos como si ha habido cambios de maquinaría en la empresa, de luces… Todo ello es información muy valiosa.

 

 Consejos para implantar en la oficina y ahorrar energía 

 

A continuación te informamos de algunas buenas prácticas que se pueden llevar a cabo en las oficinas para mejorar su eficiencia energética:

 

-       Evaluación: es el primer paso que hay que dar para comenzar a andar por el camino de la eficiencia energética. Cada empresa tiene los suyos, así que hay que estudiar el caso particular.

-       Revisa tus consumos. En la misma línea que el anterior punto, algunos seguro que son prescindibles, así que todo aquello que se pueda suprimir y no cause ningún desbarajuste en la empresa significará ahorro.

-       Instalar regletas con visor de consumo: en muchas ocasiones los trabajadores no son conscientes del gasto energético que hacen. Por esta razón, colocar regletas que indique en el tiempo preciso el consumo eléctrico que se está demandando y, por lo tanto, contribuirá a la responsabilidad del trabajador respecto al medioambiente.

-       Monitorizar los consumos: ¿qué quiere decir esto? Normalmente, la instalación eléctrica está estructurada y no se sabe de dónde vienen los grandes gastos. Por ello, monitorizar cada zona de la oficina nos ayudará a localizar nuestros focos de consumo.

-       Placas solares en el tejado: puede que sea el consejo más costoso, pero a su vez es el más rentable. Si la oficina tiene la oportunidad de situar paneles solares en el tejado podrá recoger energía solar y utilizarla en su empresa.

 

La Comisión Europea está llevando a cabo numerosas estrategias en materia de eficiencia energética, conócelas aquí.